La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la rehabilitación laboral, también conocida como rehabilitación o readaptación profesional, como un proceso por el cual “una persona logra compensar con el mayor grado posible las desventajas originadas de una deficiencia o una discapacidad, que afectan su desempeño laboral, dificultándole o impidiéndole la integración sociolaboral mediante la consecución, el mantenimiento y promoción de una vida productiva”.
Así, la rehabilitación laboral es un proceso orientado a personas que ven afectadas sus capacidades para acceder a la búsqueda, obtención o mantenimiento de un empleo. Habitualmente son personas con problemáticas sociolaborales, derivadas de la enfermedad mental grave y duradera, que deben aprender o recuperar aquellos hábitos necesarios dentro del mercado laboral.
El proceso de rehabilitación laboral puede variar según las necesidades y circunstancias individuales de cada persona, pero generalmente implica una combinación de evaluación, apoyo, formación y adaptación para facilitar su reintegración al mundo laboral.
También requiere de un abordaje interdisciplinario dirigido principalmente por profesionales en terapia ocupacional junto con profesionales de otras disciplinas, como la psicología, la inserción laboral o la educación.
¿Por qué es necesaria la rehabilitación laboral?
Las personas que sufren trastornos mentales graves y duraderos, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o trastornos de personalidad severos, tienen, al igual que el resto de los miembros de la sociedad, el derecho fundamental al empleo. De hecho, podrían obtener beneficios significativos al participar en actividades laborales, ya que trabajar en un entorno saludable y seguro puede contribuir sustancialmente a su proceso de recuperación e inclusión social.
No obstante, es preocupante que únicamente el 17,7% de las personas con discapacidades reconocidas por diagnósticos de salud mental estén empleadas en España.
Existen numerosos factores vinculados a la salud mental que influyen en la capacidad de acceder al mundo laboral: limitaciones educativas, sufrimiento psíquico y muchos prejuicios y barreras sociales.
De ahí la importancia de establecer entornos normalizados que faciliten el progreso de individuos que enfrentan a estos desafíos, brindando el respaldo y las herramientas necesarias para que consigan acceder a un empleo y mantenerlo.
Ventajas sociales de la rehabilitación laboral
La rehabilitación laboral favorece tanto a los individuos como a la sociedad, por múltiples razones:
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Mejora la calidad de vida al proporcionar ingresos económicos y eleva la autoestima de las personas con enfermedades mentales, al permitirles contribuir activamente a la sociedad.
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Promueve la independencia al desarrollar habilidades sociales y laborales y al fomentar la autonomía.
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Desafía estigmas al demostrar que todos pueden participar en roles productivos.
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Contribuye al crecimiento económico y a la productividad del país, fortalece la recuperación y reduce los costes sociales al reintegrar a las personas en la fuerza laboral.
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Favorece la inclusión, al tiempo que crea una sociedad más justa para todos.
¿Cómo y dónde se ejerce la rehabilitación laboral?
Los Centros de Rehabilitación Laboral son el lugar dónde se ponen en marcha los programas de rehabilitación laboral destinados a personas con enfermedad mental crónica.
En la Comunidad de Madrid, los Centros de Rehabilitación Laboral forman parte de la red de recursos del Plan de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental Crónica.
En estos centros, los usuarios adquieren gradualmente los hábitos y habilidades esenciales para el desempeño laboral. El proceso se inicia con una evaluación inicial, seguida por la creación de un plan personalizado para la rehabilitación y la inclusión laboral, un marco en el que se llevan a cabo acciones como las siguientes:
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Realización de talleres. Estos talleres ayudan a recuperar habilidades laborales comunes a diferentes tipos de empleo. Aunque implican el aprendizaje de tareas u oficios específicos (como jardinería, logística o nuevas tecnologías) y pueden fomentar intereses vocacionales, su objetivo no es la producción o el aprendizaje del oficio en sí: son rehabilitadores y fomentan la adquisición de hábitos laborales como asistencia, puntualidad, cuidado del material, higiene y seguridad en el trabajo, cumplimiento de horarios y resistencia a la monotonía.
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Desarrollo de habilidades sociales. Los talleres también promueven la interacción en el entorno laboral, la aceptación de autoridad, la autonomía en el trabajo, la capacidad para recibir críticas, entre otras habilidades sociales.
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Orientación laboral. Se brinda orientación basada en las capacidades e intereses individuales de cada persona.
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Apoyo a la formación laboral. Cuando surge un interés vocacional, puede ser necesario obtener una capacitación profesional inicial.
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Inclusión en el mercado laboral. Se busca incluir a los usuarios en el mercado laboral, proporcionando apoyo y seguimiento durante el proceso.
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Preparación para el empleo. Se ofrecen entrenamientos para entrevistas de trabajo y se enseñan técnicas de búsqueda de empleo.
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Colaboración con la comunidad empresarial. Se fomenta la colaboración con empresarios, asociaciones e instituciones para aumentar las oportunidades de inclusión laboral.
En FUNDACIÓN JUAN XXIII disponemos de un Centro de Rehabilitación Laboral que es parte integral de los recursos de la Comunidad de Madrid. Nuestro centro brinda apoyo a personas referidas por sus Servicios de Salud Mental de referencia, con el objetivo de que puedan alcanzar y conservar un empleo que les permita vivir de forma independiente.
