En los últimos años, la preocupación por los problemas de salud mental de la población se ha trasladado al ámbito de la Prevención Laboral, siendo un aspecto relevante para las empresas trabajar este aspecto.
Por un lado, se ha hecho un esfuerzo a nivel institucional por ampliar el punto de mira y priorizar las medidas orientadas a la salud mental. Por el otro, a medida que se sabe más de la relación entre salud mental en el trabajo y rendimiento laboral, también las organizaciones han comprendido la importancia de atender el bienestar de sus empleados. Por ejemplo, se sabe que los trabajadores son un 13% más productivos cuando son felices en el plano laboral. Analizamos qué implica la salud mental en el trabajo y su impacto en la Prevención de Riesgos Laborales.
Salud mental y Prevención de Riesgos Laborales: qué dice la ley?
Los avances y cambios sociales en torno a la salud mental en el trabajo han tenido reflejo en la legislación de forma progresiva.
Por un lado, la Prevención de Riesgos Laborales tiene como texto fundamental la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. En esta norma, los riesgos a nivel de salud mental quedaban contemplados implícitamente.
El texto ha sido complementado, a su vez, por otras normas, incluyendo:
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Los Acuerdos Marco europeos en materia de Teletrabajo del 16 de julio de 2002 y Estrés Laboral del 8 de octubre de 2004
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El Acuerdo sobre Violencia en el Trabajo de 26 de abril de 2007
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La Resolución del Parlamento Europeo, de 5 de julio de 2022, sobre la salud mental en el mundo laboral digital, en el que ya se incluye la salud mental como un derecho humano fundamental.
Salud mental: algunas cifras importantes
Es precisamente en este último texto legislativo que acabamos de mencionar en el que se incluye la definicón de la OMS de salud mental como “un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”.
La Organización Mundial de la Salud aporta además algunas cifras clave para comprender la importancia de priorizar la salud mental en el trabajo hoy en día, con las últimas cifras siendo de 2019:
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Una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental (es decir, lo 970 millones de personas).
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La depresión y los trastornos de ansiedad son los dos trastornos más extendidos. En 2019, 301 millones de personas sufrían un trastorno de ansiedad (58 millones de niños y adolescentes); y 280 millones padecían depresión (23 millones de niños y adolescentes).
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Solo un tercio de las personas que sufren depresión reciben atención sanitaria de la salud mental en el ámbito del sistema de salud formal.
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Los estados dedican, de media, menos del 2% de sus presupuestos de atención de salud a la salud mental. Además, entre los países de ingresos medianos, más del 70% del gasto en salud mental sigue estando destinado a los hospitales psiquiátricos.
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Los problemas psicológicos causan las bajas de más larga duración y son la segunda causa de baja laboral en España.
En lo que se refiere a la salud mental en el trabajo específicamente, según la Confederación de Salud Mental en España informa de lo siguiente:
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Entre el 17% el 27% de personas sufren ansiedad en el trabajo
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Entre el 30% y el 38% dicen experimentar estrés siempre o casi siempre
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Un 47% reconocen encontrarse expuestos en su lugar de trabajo a factores de riesgo para su bienestar mental.
Este mismo informe recoge como factores de riesgo psicosocial el manejo de situaciones difíciles con clientes, pacientes o estudiantes, presión por limitación temporal, horarios de trabajo extensos o irregulares, comunicación o cooperación escasa con la organización y miedo a perder el empleo.
Enfocando la salud mental desde la Prevención de Riesgos Laborales
Al otro lado de estas cifras, que describen un panorama complejo, aparecen las medidas de prevención y actuación orientadas a mejorar la salud mental en el trabajo.
Es la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) la que lo resume del siguiente modo: “La prevención es poderosa”. Cita, a su vez, los lugares de trabajo como espacios tanto de oportunidades como de riesgo en lo que se refiere a la salud mental.
Cada euro invertido en la prevención de la salud mental genera un retorno económico significativo. Según la
OMS, invertir en el tratamiento de la depresión y la ansiedad puede generar un retorno de 4 euros por cada euro invertido. Esto se debe a la mejora en la salud y la capacidad de trabajo de las personas tratadas, lo que incrementa su productividad y participación en la fuerza laboral, este dato fluctua de 3 a 10 en países como UK).
Y define, igualmente, las acciones positivas a implementar:
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Crear oportunidades de trabajo para personas con trastornos mentales
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Tomar medidas para promover y proteger la salud mental de todos los trabajadores mediante intervenciones institucionales y la capacitación de los administradores en materia de salud mental.
El papel de FUNDACIÓN JUAN XXIII en salud mental y prevención
Desde FUNDACIÓN JUAN XXIII trabajamos para desarollar iniciativas donde el compromiso con la salud mental llegue al siguiente nivel y se alíe, a su vez, con objetivos de justicia social.
Así, son varios los ejes desde donde actuamos en esta dirección:
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En el Centro de Salud Psicosocial, SumaMente, para personas en situación de vulnerabilidad, proporcionamos los medios para mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios, el desarrollo de la autonomía personal y conseguir un empleo de calidad.
Destacan aquí nuestros servicios de bienestar psicológico y social, como SumaMente, proporciona una gama completa de servicios psicosociales, un enfoque con el que buscamos atender las necesidades de todas las personas en todas las etapas de su vida y con todos los servicios que puedan requerir, con especial atención a la salud mental de los más vulnerables.
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A través de nuestras iniciativas de empleo con apoyo, fomentamos itinerarios individuales personalizados para hacer realidad la inclusión laboral de las personas en riesgo de vulnerabilidad psicosocial.
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A través de nuestras iniciativas de ocio y deporte, ofrecemos apoyos a las personas para que disfruten de un ocio como ciudadanos de pleno derecho, tanto para usuarios en situación o riesgo de vulnerabilidad psicosocial como para sus familias y cuidadores.
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Nuestro Centro de Rehabilitación Laboral se orienta a apoyar a las personas con problemáticas sociolaborales (derivadas de la enfermedad mental grave y duradera) a aprender o recuperar hábitos que les permiten estar en mejores condiciones para acceder al mundo laboral.
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El Servicio de Información y Orientación (SIO) supone un apoyo para personas con discapacidad intelectual de la Comunidad de Madrid y a sus familias, un lugar en el que obtener información y orientación acerca de recursos sociales y gestión de cualquier prestación o recurso que, en última instancia, mejore su calidad de vida.
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Nuestra Oficina de Vida Independiente (OVIDI) representa una herramienta de apoyo para personas con discapacidad intelectual, proporcionando apoyos personalizados para desarrollar su proyecto de vida.
En definitiva, fomentamos una visión de 360º respecto a la salud mental y la vulnerabilidad psicosocial que promuevan un cambio de raíz en el modo en que se concibe el bienestar y el desarrollo y realización de todos los individuos.
¿Quieres saber más sobre nuestros proyectos y cómo podemos ayudarte a mejorar tus iniciativas alrededor de la salud mental en el trabajo? En FUNDACIÓN JUAN XXIII podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo.
